La Cartuja de las Fuentes o Cartuja de Monegros.

La Cartuja de las Fuentes o Cartuja de Monegros fue el primer Monasterio Cartujo que se construyó en Aragón.

Ya se conoce actividad humana desde la época romana donde encontramos una serie de galerías subterráneas cuya función era la extracción de agua. Con posterioridad, ya en el SXI se sitúa aquí una ermita y una posada.

La fundación cartujana no es hasta 1507, en esta antigua ermita de Nuestra Señora de las Fuentes. Los Condes de Sástago, cuyo hijo Artal de Alagón y Luna es sepultado en este lugar, deciden fundar el nuevo monasterio cartujano.

Debido a las malas condiciones que presentaba esta fábrica, la cual se vieron obligados a abandonar los propios religiosos en una ocasión, se realiza en el SXVIII una reforma definitiva que da lugar a la cartuja que hoy en día conocemos. Casi 100 años transcurrirán entre su planificación 1700 y finalización de las obras con su decoración 1797.

La Cartuja de las Fuentes, desde dentro del claustro exterior. Foto autora.

Esta nueva empresa dará lugar a un monasterio cercado por un conjunto amurallado que circunda el resto de las construcciones.

Como eje principal encontramos un amplio claustro que sirve de antesala a la iglesia. Ésta, sencilla, de planta de cruz latina y una sola nave. Cubiertas con bóveda de cañón con lunetos y cúpula hemisférica en el crucero. Detrás de la cabecera encontramos la capilla del sagrario (características de las cartujas españolas) y la tribuna, adosada a la propia nave.

Ésta disposición sigue el modelo de Cartuja de Aula Dei. Construcción en ladrillo y de carácter sencillo, pertenecería al estilo barroco tardío.

El resto de las dependencias monacales no tiene menos importancia. Destacamos el claustrillo (cuatro galerías cubiertas y un pequeño patio de planta de cruz griega, la sala capitular y capillas que se abren en sus alrededores).

En la construcción del templo encontramos nombres notables dentro de la historia del arte. Al tratarse de una construcción tan prolongada en el tiempo, y que contó con diversas fases, fueron muchos los que en ella participaron. Cabe destacar que parte del taller que trabajó con Ventura Rodríguez en el Pilar de Zaragoza participaron en la construcción de esta nueva Cartuja. Por otro lado el excelente conjunto pictórico compuesto por más de 250 composiciones independientes fue llevado a cabo por Manuel Bayeu, al cual le dedicó 40 años de su vida.

Interior de la Cartuja, altar mayor y crucero. Foto autora.

Con el devenir de la historia el complejo ha tenido varios usos y todos han dejado su impronta en el edificio. Tras la desamortización de Mendizábal el conjunto pasa a manos privadas. Cuando Bernabé Romeo y Belloc lo hereda  comienza su etapa como balneario entre 1877 y 1882. Después de esto lo compra, mediante subasta en 1896, Mariano Bastaras y Caver. Quedándose en manos privadas hasta 2015. Sirvió como acuartelamiento durante la Guerra Civil al encontrarse en frontera desde el inicio hasta prácticamente el final de la contienda y más tarde como corral de ganado.

Interior de la Cartuja. Techumbre. Foto autora.

En 2015  la Diputación Provincial de Huesca, con ayuda de asociaciones como APUDEPA  y Acción local, logra comprarlo por un precio de 262.000 euros. Es entonces cuando se anuncia su restauración, la cual se lleva a cabo en varias fases.

Comenzando en agosto de 2016, cuando se restaura las cubiertas de la iglesia en la nave principal, capillas y cimborrios. En 2017 el atrio, galería noreste, sacristía, archivo y claustro. En 2018 una nueva fase de restauración y en 2019-2020 las intervenciones se centrarían en el  edificio de antiguas porterías, en el atrio del edificio principal y el claustrillo. Para estas restauraciones colabora la propia diputación oscense junto con Fondos Europeos.

En julio de 1985 la Dirección General de Cultura y Educación de la Diputación General de Aragón inicia el expediente para la declaración de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena (Huesca) como Conjunto Histórico-Artístico. El 25 de junio de este mismo año la ley de Patrimonio Histórico Español modifica la denominación de esta categoría por la de Bien de Interés Cultural a través de su Disposición Adicional Primera.

El expediente se ha continuado conforme a lo previsto en la Ley 3/1999, de 10 de marzo, del Patrimonio Cultural Aragonés considerando  que sería más adecuada su declaración como Monumento en vez de como Conjunto Histórico. Por esto el 19 de febrero de 2002 el Gobierno de Aragón declara mediante decreto Bien de Interés Cultural, en categoría de Monumento al Conjunto de la Cartuja de las Fuentes o Cartuja de Monegros.

Actualmente la Cartuja de las Fuentes ofrece visitas los sábados y domingos de 11:00 – 14:00 pudiéndose concertar visitas a partir de 15-20 personas. Por primera vez en todas las entradas de este blog nos encontramos con unas visitas de calidad llevadas a cabo por profesionales que apoyados de material didáctico realizan un recorrido de calidad por el monumento. Desgraciadamente las duras condiciones del territorio a veces imposibilitan la visita, ya que en el interior encontramos una temperatura muy baja en los meses invernales. En las sucesivas restauraciones se ha respetado las diferentes etapas del edificio así como sus diferentes usos, mostrándose el deterioro de los frescos con lagunas que no han sido reconstruidas o las firmas o grafitis que algunos participantes de la guerra civil española dejaron a su paso por la Cartuja.

Claustrillo o claustro interior. Foto autora.

Cuenta también con una visita virtual mediante Aragón Virtual, en www.aragonvirtual.es/panotours/cartuja_fuentes/ . Éste tipo de páginas son muy interesantes y didácticas en la difusión del patrimonio ya que permiten conocerlo de una manera diferente.

Sería necesario que con el avance de las restauraciones se acondicionara para los guías y visitantes el edificio. Estamos hablando de un patrimonio delicado, sobre todo por las pinturas al fresco que en él se encuentran, es por ello que se debe de tener cuidado en su promoción ya que un exceso de visitantes podría dañarlo. Teniendo en cuenta esta premisa su difusión debe de ser obligatoria y más siendo un monumento de esta calidad artística e histórica. Por su localización no sería descabellado que se pudieran promocionar visitas conjuntas en las que se pudiera conocer La Cartuja junto con otros enclaves como El Real Monasterio de Villanueva de Sijena, Castejón de Monegros o Jubierre entre otros.

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